Barack Obama, el primer presidente negro que llega a la Casa Blanca revoluciona a la gran potencia mundial.
Las nuevas ideas de cambio que propone su gobierno: progresistas, mediáticas, innovadoras y solidarias, se anteponen a una tradición conservadora americana acostumbrada a conseguir sus objetivos mediante la fuerza y el abuso de poder.
Sus compatriotas de la Casa Blanca no se lo van a poner fácil, las reformas que propone su gobierno son para algunos demasiado liberales por ello son constantemente obstruidas por los republicanos del Congreso y por aquellos que ven peligrar sus previlegios y las costumbres tradicionales que engloban sus ideales.
Barack Obama es el máximo responsable de dirigir la gran potencia mundial como consecuencia, sus acciones repercuten a nivel internacional. Sus pasos no pasan desapercibidos son analizados minuciosamente, como de un microsoma se tratara. Capta toda la atención y por ello cuida su imagen mostrándose siempre una persona humilde, honesta, cautivadora, sin perder nunca la sonrisa y con una familia perfecta, todo aquello que juegue a favor de su imagen pública.Es decir, el típico sueño americano. Y todos quieren verse reflejados en él.
Muchas son las personas que confían en sus buenos propósitos y en sus nuevos proyectos aunque, de forma equivocada, se pretende que estas medidas se instauren a corto plazo, por lo que es sometido a una gran presión social que juzga antes de tiempo. Aún es demasiado pronto para saber u opinar si Barack Obama es o no el gran presidente merecedor del premio Nobel de la Paz.
